Por:
Classic-Inn-Mommy
Imagínate esta imagen: duermes poco
en las noches porque te levantas a dar pucheca 2 o 3 veces, por supuesto en la
mañana estás con las ojeras hasta la nuca. Pasas todo el día entre darle de
comer, los gases, la cambiada del pañal… Escasamente logras un buen baño cuando
tu bebé se duerme un rato, eso sí, con la puerta entre abierta por si se
despierta. A esto súmale las horas de tener a tu hijo en brazos porque no
concilia el sueño, por los terribles cólicos, o simplemente porque quiere
sentirte –y tú a él-. Finalmente, llega la mejor hora, 8:00 p.m. Le das ese
baño tibio y relajante, lo alimentas la última vez del día y acuestas a tu
angelito… quedas muerta, oliendo a vomito… llegas a tu cuarto, quieres tirar, s í, pero tu cuerpo en la
cama pues sabes que serán si mucho 5 horas de sueño antes de que vuelva a llorar.
Sin embargo, a penas te acercas a ese anhelado colchón, encuentras, en los ojos
de tu esposo una mirada coquetona, insinuándote cariño… puff ¿en serio?? ¿Ahora??
¿No estás cansado??? ¿No te duele la cabezaaaa?
¡Claro que no! La mayoría de papás asumen
su rol de una manera diferente: van a la
oficina a trabajar duro y llegan caída la tarde para la mejor parte (el baño
del bebé). Su vida ha cambiado también, pero no entienden por qué, las mamás
estamos tan agobiada… y sin embargo muchas veces nos sentimos culpables por no
cumplir con la labor de esposa…
El sexo después de tener un hijo
definitivamente cambia, queramos o no…. Simplemente porque estamos AGOTADAS,
nos sentimos feas, las puchecas son un cañón de leche en momentos menos
inesperados y para rematar… la líbido está en su mínima expresión pues mientras
estamos lactando, los estrógenos se van al piso y se sube la prolactina, lo que
reseca la mucosa de la mujer y previene la ovulación. La mujer está
hormonalmente hablando, en una etapa parecida a la menopausia… así que por más
esfuerzo que hagamos, simplemente ¡nuestro cuerpo quiere todo menos sexo!
Ya mi hijo tiene 2 amos y medio y
la etapa ha sido superada, es por eso que hoy puedo decirle a las recientes
mamás: tranquilícense si están pasando por ésta etapa, no son raras ni las
peores esposas del mundo, simplemente es un momento donde nuestro cuerpo tiene
como prioridad el bebé y así deben hablarlo con sus esposos: pídanle paciencia, seguro las entenderá…
En mi caso en particular, cuando
tuve a mi bebé no tenía ninguna amiga
cercana que estuviera pasando por lo mismo o que ya hubiera pasado por eso, era
totalmente primípara y me daba pena hablar de esto, por eso, entré en crisis…
me sentía la peor mujer, pensaba muchas veces que simplemente no era capaz de
satisfacer a mi pareja y que un buen día me dejarían por la primera
escoba con falda que se le atravesara en el camino… sin embargo, mi cuerpo se
rehusaba a satisfacer mis temores. Poco a poco fui entrando en una depresión
muy fuerte y llevando al mismo tiempo a mi matrimonio a un momento muy tenso… Tanto
que nos tocó pedir ayuda profesional y entender, ambos, que simplemente nuestra relación de pareja no sería nunca
más la de antes, aunque debíamos cambiar muchas cosas en nuestras rutina, había
que buscar espacios solos para la pareja…
Así
que ánimo que todo vuelve, incluso el deseo sexual. Si estás pasando por un momento
difícil por este tema, ésta confesión que te demostrará, que no eres
la única.
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