jueves, 5 de junio de 2014

Freda aconseja - Huele a Pataleta



Muchas veces nos preguntamos por qué los niños hacen pataletas, nos  sorprendemos y padecemos cuando son los nuestros los que en pleno centro comercial tratan de que les paremos bolas de manera desesperada. Nos impacientamos si nos preguntan cosas cuando estamos ocupados y nos irritamos cuando golpean a otro o tiran las cosas al piso, y ¡ni hablar si no nos dejan terminar una llamada importantísima!

¿Sabes? La razón de este comportamiento es decir “¡Hey! Acá estoy”. ¿Has pensado que ellos con todas estas acciones están buscando pertenecer, ser parte de algo? 


foto de: http://elrefugiodeloscronopios.blogspot.com/2009/01/pataleta.html

En múltiples situaciones no somos conscientes de que aunque estemos mucho tiempo con nuestros niños en el mismo espacio, no necesariamente estamos compartiendo con ellos.  Sin embargo ellos si se dan cuenta, cuentan con menos distractores como el celular y sus infinitas aplicaciones, las múltiples preocupaciones que nos trae la adultez, el trabajo, los logros y metas que debemos alcanzar, los compromisos sociales y familiares con los que debemos cumplir…   por esa razón, en muchas ocasiones lo que buscan es hacernos entender que necesitan de nuestro tiempo, están aclamando por momentos y experiencias con nosotros, podernos contar algo, ser escuchados, tomados en cuenta, ¡pertenecer!

Cuando vemos comportamientos inapropiados, estamos ante una creencia errada por parte de ellos de que de esta manera lograrán captar nuestra atención y que estaremos para ellos como lo esperan y/o necesitan. Como no somos conscientes de esto, efectivamente lo logran. El resultado de esta primera fase es un enganche de conflicto, gritos, desesperación, impaciencia, cansancio y atención. En ese momento le estamos dando un “go, go, go”, a ese comportamiento. Los niños han logrado su objetivo de una manera muy efectiva: tienen nuestra atención, pero ¿qué hacer para no validar en ellos esta manera tan molesta de hacerlo?




Lo primero que debes tener en cuenta es que tu hijo está buscando pertenencia y significado, recuérdalo cada vez que sientas que vas a explotar por una conducta indeseada. Trata de comprender y actuar teniendo en cuenta lo que él está sintiendo, de esta forma podrás apartarte del juego de poder, atención, venganza o sentimiento de incapacidad que él esté sintiendo y en el que te puedes estar enganchando: eres su guía, su faro, no su par.

Te comparto algunos tips que te pueden ayudar:
Ante una pataleta en público:


-Se puede prevenir si siempre anticipas, le cuentas qué van a hacer y le permites ser parte de esa “responsabilidad”.

-No le grites ni lo señales en público, no lo avergüences. No es necesario que se sienta mal para aprender.

- No te desesperes, ante todo la calma…  si el capitán del barco entra en pánico, ¿quién queda al mando?

Si la pataleta es en casa, después de un largo día de trabajo:

-   Revisa de qué manera has estado ahí para tu hijo, ¿lo has oído sin afán, permitiéndole a él encontrar sus palabras, lo has mirado a sus ojos, has entendido y validado lo que él siente?

-   Escúchalo y luego compártele algo de tu día. Cuéntale el porque de tu xxxx (emoción) para que el sepa que a ti también te pasan cosas.

-       Propónle una manera en la que los dos compartan y puedan estar haciendo lo que a los dos les gusta.

Si la pataleta es eminente:

No importa dónde empiece el berrinche, no lo juzgues, desde el amor acércate, ponte a su altura y con voz firme y amable a la vez invítalo a expresar lo que está sintiendo, puede ser pintando, si estas en un parque corriendo con intensidad y saltando, o lo puede ayudar a ponerle nombre a ea emoción que lo incomodó.

- Otra posibilidad es de manera muy calmada y en un tono de voz bajo, pídele un abrazo, sostenlo, contenlo hasta que él este listo, sin afane.

-Una vez este calmado, invítalo a compartirte que estaba sintiendo, que le molesto, que lo incomodó y juntos piensen de que manera lo podrían evitar en el futuro.





PD: y si, al final del día busca una manera de exorcizar esos demonios llamados crianza, ¡se vale!

¿Y tú?¿Cómo manejas las pataletas?

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