No todas las mujeres estamos hechas para ser mamás. Yo soy de las
que nunca cargan un recién nacido porque
de hecho, me enternecen más los perritos que los bebés y con Rosita, mi pug de
7 años, pensaba que había desarrollado al máximo mi instinto maternal. Lo bueno
de un hijo canino es que se puede malcriar sin la responsabilidad de estar
formando un mal ser humano. Lo más grave de no “aconductarlo” es que se orine
en los tapetes y cosas así que son incómodas pero no graves (aunque eso no es
lo que piense mi esposo jajaja).
Cuándo me preguntaban si quería tener hijos, casi siempre
respondía lo mismo: No lo sé. Las vivencias me han enseñado que tomar posturas
radicales es una perdedera de tiempo, pues la vida es lo que pasa mientras uno
está haciendo planes, así que para no entrar en debates, discusiones y demás,
simplemente asumí una posición gris. Ni si, ni no.
Solo una vez, me plantee realmente la posibilidad. Fue cuando me
enfermé mucho. Llevaba varios días sin energía vital, sintiéndome tan cansada
que estaba a un paso de la depresión, más despistada que nunca, ganando unos
kilos de más que nunca había tenido, con las ojeras más oscuras y profundas y
teniendo unas pesadillas en donde veía a una mujer con el pelo muy largo
robándome energía a manera de un haz de luz que salía de mi garganta. No se si
por coincidencia o somatización, yo, que siempre he vivido de lo que hablo,
empecé a quedarme afónica de repente.
Fue entonces cuando me realicé unos exámenes y el resultado fue
contundente: Tenía hipotiroidismo, de hecho mi tiroides estaba a punto de
morir. Fui al endocrino quien me mandó Eutirox y me explicó que el tratamiento
era sencillo pero de por vida. Sin preguntárselo me dijo: “Usted, señorita, mas
le vale que tenga hijos rápido, pues en pacientes con su condición no es nada
fácil quedar en embarazo y entre más vieja, más difícil”. Yo que estaba en mis
26 en ese momento pensé de dientes pa afuera, pues que se le va a hacer, seguro
es que ser mamá no es para mi. Pero muy a mis adentro sentí tristeza. Una cosa
es no querer tener hijos, y otra muy distinta, es no poder.
Entonces llegaron los treinta y el TIC-TOC del reloj biológico
acompañado de ese “entre más vieja, más difícil”. Me casé, cambié de casa, de
trabajo y un día con mi esposo hablamos
del tema, pero temerosa como siempre no asumí ninguna posición. ¿Tener hijos?
No lo sé. Entonces Juan, que entre su
enriquecida colcha de talentos fue hace unos años periodista de la desaparecida
revista Cambio, me contó que una vez para escribir un artículo se realizó un
espermograma cuyo resultado fue que tenía los espermatozoides lentos, torpes y
escasos jajaja. Mejor dicho, era medio estéril.
TIC-TOC. Decidí empezar a desintoxicar el cuerpo. No puede ser
bueno tomar pastillas anticonceptivas por tantos años, y teniendo yo la
tiroides medio picha y Juan sus espermatozoides pichos y medio, nada podía
pasar, y si pasaba, ya estábamos casados, como diría mi abuela, “estaba
asegurada”.
La dejada de las pastillas fue todo DESASTRE!!! Mi período al natural
es muy fuerte y desordenado, casi volví a pasar por todos los dolores de cabeza
de mi adolescencia, con manchada estilo “Trágame Tierra” de la revista TÚ
incorporada. Es tan loco el tema y yo tan despistada que no noté que tenía más
de un mes de retraso.
Llevaba tres meses de casada, queríamos viajar, ahorrar, comprar
carro, casa, beca, disfrutar como dicen por ahí del matrimonio y realmente en
lo último que estábamos pensando era en tener hijos. Entonces llegaron las
nauseas, el vomito matutino, la hipersensibilidad y un día, se me pasó la idea
por la cabeza: ¿Y si que estoy embarazada? ¡Imposible!
Lo que pasa con las dudas en la cabeza es que son como una planta sembrada en tierra
fértil. Empiezan a crecer a tal punto que se apoderan de todos tus
pensamientos. Aparecía mientras escribía noticias para la página web en mi
trabajo: ¿Y si estoy embarazada? Se asomaba antes de tomarte un cocktail con mis
amigas: ¿Y si estoy embarazada? Antes de dormir: ¿Y si estoy embarazada?
Mientras me lavaba los dientes: ¿Y si estoy embarazada?... Empezó entonces una
nueva sinfonía- “TIC TOC,” “entre más vieja, más difícil”, “¿y si estoy
embarazada?”. Cada entrada al baño la esperanza de encontrarse con la regla y
cada vez descubrir que todo sigue igual: “TIC TOC,” “entre más vieja, más
difícil”, “¿y si estoy embarazada?”. Finalmente decidí callar mi cabeza y
comprarme una prueba de embarazo.
Juan estaba en el balcón peleando con Movistar, acalorado entre la
del servicio al cliente con su “¿me regala 5 minuticos?” que se convierten en
15 amenizados con música de llamada en espera, y entonces me metí al baño y me
hice la prueba. Según las instrucciones
se tardaría unos minutos en revelar mi estado, pero como por arte de magia, al
segundo se formó una cruz azul. Mire
otra vez las instrucciones. La cruz cada vez era más marcada. Estaba
embarazada.
Salí del baño surumbática. Juan seguía alegando con la grabación repetitiva
en su teléfono. Le pedí que colgara. Alegaba más. Es importante. Muy
importante. Creo que vio mi cara de acontecimiento porque colgó. Estoy
embarazada. Silencio. Le mostré la
prueba con su cruz azul y las instrucciones. Juan feliz, me abrazaba, yo
lloraba en una mezcla de felicidad, miedo, incredibilidad. Estoy embarazada…
¿estoy embarazada?
Nos dieron cita en el ginecólogo una semana después. “Las pruebas
caseras son seguras en un 99.9999%. ¡Felicitaciones!” Nos dijo. Me
mandó la primera ecografía, pero yo seguía sin creérmelo. Llegué a la cita, me pusieron una
bata de cirugía, me echaron un gel, y de pronto vi unas manchas grises en la
pantalla que aún no me decían nada. “¿Estoy embarazada?” -Embarazadísima-
respondió la doctora. Entonces oí y vi un corazoncito como bailarina con sus
pulsaciones a mil. TIC TOC, TIC TOC, TIC
TOC…Fue amor a primera vista.
lo maximo...!!!
ResponderEliminartic toc, el universo no se equivoca.
ResponderEliminarNoooo Que articulo más bonito! Entre el Tic-Toc y el entre vieja más difícil. La dificultad de la esterilidad. Mori de amor Isa. Seguiré copiosa este blog. <3 Larga vida al Blog y más que todo a esa bonita familia, Juan Isa y la hermosisisima Belén.
ResponderEliminarGracias Julieta!!!! Que así sea jajajja. Un abrazo.
EliminarHola Isa! Te sigo desde la W y este blog es lo maximo! Tienes un mail donde me pueda comunicar contigo? Puedes escribirme por fa a paola@demimaternity.com un abrazo
ResponderEliminarHola Pao, mi correo es soyisabelsalazar@gmail.com. Muchas gracias por leer el blog! Es un tema muy afin a tu marca!
EliminarPasándome por acá por primera vez y me parece lo máximo leer partes de estas historias por las que acabo de pasar recientemente porque estoy embarazada. Desde ya lectora fiel.
ResponderEliminarLa mejor noticia del día! Los felicitoooooooo. Aqui estoy a la orden si tienes preguntas o dudas en el peoceso, siempre es bueno hablar con otras que han pasado por lo mismo.
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