martes, 27 de mayo de 2014

Carta a María Belén

Por: Inn-Maternal




Esta mañana te miré y como siempre me regalaste una gran sonrisa, no lo hiciste por caer bien, ni por ganarte a nadie… tu sonrisa es lo más sincero que he visto en mi vida. Te sale del alma y nos ilumina a todos.

Ser mujer hoy en día implica muchos retos. A veces no sabemos como conciliar nuestro ser profesional con nuestro ser mujer. Nos ponemos una cantidad de tienes que: “tienes que ser exitosa, buena estudiante, gran profesional”, “tienes que ser bonita”, “tienes que ser inteligente”, “tienes que tener dinero”, “tienes que casarte”, “tienes que ser mamá” todas al mismo tiempo y perfectamente ejecutadas. 

Son exigencias  que no necesariamente  vienen de afuera sino de nuestras cabezas. La mente nos martilla, nos exige, nos presiona a tal punto que cuando sentimos que fallamos en alguna quedamos como suspendidas en el tiempo, paralizadas por el miedo a fracasar, por sentir que no lo estamos haciendo bien. Paradójicamente si nos empeñamos en querer cumplir con todos estos requisitos, alimentamos sin quererlo un sentimiento contaste de frustración que se deriva de ese deseo insaciable, una especie de monstruo hambriento que tiene tantas cabezas como "tienes que".

Yo por ejemplo, me cuestiono todo el tiempo si soy buena mamá. Mi ser maternal nació contigo ese 19 de febrero de 2014 a las 14:14 y por esto puedo decirte que es un sentimiento completamente nuevo. Aunque es instinto, una potente fuerza natural que aflora cada día más y que espero ir puliendo con el tiempo, no es perfecta… que más quisiera yo que tener todas las respuestas, poder calmar cada uno de tus llantos, entender tus miedos y  consolarte cuando a veces, te despiertas llorando asustada, como si hubieras tenido una pesadilla.



Quisiera que ser tu mamá me diera un poder telepático para que nos comunicáramos con sólo mirarnos. Que mis manos te quitaran los cólicos, que mis consentimientos hicieran que no te molesten las encías por la salida de los dientes…

Te confieso que aún no he podido llegar a un balance. A veces, cuando estoy todo el día contigo siento deseos de salir corriendo a trabajar… y cuando paso mucho tiempo afuera trabajando o estudiando, tengo la constante sensación de tenerte abandonada. Admito que muchas veces me siento culpable y a veces lloro asustada de pensar que vas a querer más a tu nana que a mi porque ella siempre está a tu lado, tenerte bien es su “tienes que ser exitosa”, mientras que el mío está ligado a programas de radio o de televisión en los que ya no estoy.

Quisiera enseñarte tantas cosas… Llenar tu vida de valores, reconocer tus virtudes para que juntas las potencialicemos,  ver tus defectos como grandes oportunidades para mejorar, para crecer. Deseo que seas una niña muy feliz, sin miedos ni temores, que no conozcas la pena ni te dejes cohibir por nada ni por nadie.  Que tu vida esté llena de colores y alegrías y aunque lo mejor sería que nunca te rompan el corazón, puede pasarte alguna vez… espero estar ahí, que me tengas confianza para que lo hablemos  y que lloremos juntas sabiendo que todo pasa, que levantarnos nos hace fuertes.

Quisiera que crezcas llena de seguridades, que te estimes mucho, que seas generosa y compasiva con el mundo que te rodea, con las personas que lo habitan, con los animales, las plantas y el medio ambiente… Entonces me detengo y pienso, que aunque llene esta carta de todo lo que quiero enseñarte,  la verdadera maestra eres tu: mujercita de sonrisa inmensa, de pureza infinita, de mirada dulce.


Gracias por llegar a este mundo tan sana, tan bonita, tan perfecta. A ti no te importa si gana Santos o Zuluaga, no te interesan los escándalos, lo que digan en las redes, las artimañas de la política. Estas ocupada en tu mundo, sorprendiéndote con los colores, las formas, los olores, con las personas que te saludan, con tus pies. Disfrutas tus comidas y tu baño diario, cierras los ojos cuando hay mucho sol, respiras agitado si no tienes lo que quieres, si algo te parece realmente divertido sueltas una carcajada y si algo no te gusta, lloras sin ningún tipo de pudor. Eres tan genuina, tan real, sin máscaras ni apariencias, María Belén en esencia.



Gracias porque por ti quiero ser mejor persona. Gracias por mostrarme que el amor es el motor  de la vida, fuente de energía inagotable. Gracias porque el mundo visto desde tus ojos es un lugar brillante, calientico, sorprendente. Gracias por tu amor sincero, generoso, desinteresado y por esa sonrisa inmensa y honesta. El mundo es un lugar mejor porque lo habitas tú.






9 comentarios:

  1. que hermoso isa, me hiciste llorar. Vas a ser la mejor y mariamoñitos se sentira muy orgullosa cuando pueda leer esto que escribiste hoy. Un beso eres la mejor!

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  2. Mariangel, gracias por leer este blog!!!!! Nos debemos ida a tomar café, hace rato no sé de tu vida. Un abrazo GRANDE!!!!!!

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  3. Es un amor que solo comprendemos nosotras como madres, yo por mi lado tuve a mi retoño en enero y aunque mi vida se detuvo un poco, todos los días despierto con esa sonrisa que hace que todo sea distinto. Totalmente identificada :)

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  4. Isa hermosa carta, totalmente identificada con tu pensar.

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  5. Que lindo mi Chiki, la maternidad es el regalo mas precioso que uno puede tener. Tu hija va a tener una mamá excelente!!!

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  6. Estas palabras expresan plenitud y lo lleno que está tu corazón de amor.

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